INSEGURIDADES CHOLULAS | Los famosos dejan sus palacetes y se mudan a los pent-house
La consigna es trepar a las alturas
BUENOS AIRES | RAMON MERICA (nota de archivo)
Las acechanzas metropolitanas no perdonan a nadie, por eso los casos más sonados tienen que ver con los que los porteños definen como ricos y famosos.
De esa manera, las manos ocultas se han apoderado del padre del galán Pablo Echarri, de una integrante de la poderosa familia Macri, de otro padre, el del futbolista Traverso, y en muchos casos los acosados han preferido actuar y negociar sin la presencia policial por obvias razones de seguridad para los secuestrados.
Y el miedo aumenta. Una famosa cantante que pidió no ser mencionada en esta nota, vivía en un espléndido duplex de la Avenida Las Heras, a pasos del Botánico, y decidió abandonar ese refugio de privilegio por un piso 23 sin la gracia de la vivienda anterior: "Vivir en un primer y segundo piso es demasiado cerca de la vereda, es muy fácil de trepar. Prefiero la seguridad a la belleza".
También hay mucha gente que ha abandonado sus espléndidos palacetes de Barrio Parque para escalar hasta altísimos pisos donde se respira otra seguridad, a pesar de haber estado años protegidos por rejas y portones.
Cuando se quiere robar, invadir, secuestrar, no hay hierros que valgan.
Es una historia muy bien conocida por los montevideanos de El Prado, Parque Batlle o Carrasco.
Mientras tanto, la gente no se cansa de repetir un lamento cinematográfico: "La violencia está entre nosotros", y, al parecer, sin ninguna señal alentadora de que decrezca ni, mucho menos, que desaparezca.
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